Desde el blog de Orange explican la utilidad de esta pequeña plaquita: almacenar de manera segura la clave del servicio del suscriptor, que es lo que permite ser un elemento único en la red de comunicaciones. Así, podemos cambiarla a otros teléfonos y seguir usando nuestro número.
Respecto a las funciones de la SIM, explican que dispone de un chip o microprocesador y de un sistema operativo que proporciona acceso seguro a la red GSM, «para poder realizar y recibir llamadas, enviar mensajes o disfrutar de los datos contratados con el operador. Todo esto es posible al incluir el número de identificación del área local y su clave, así como los datos del operador«, añaden.
Sin embargo, parece que grandes operadoras como Movistar, Vodafone y Masorange, ya trabajan con la tecnología eSIM, que ya incorporan los nuevos iPhone XS y XS Max, una tecnología de conexión móvil y de banda ancha móvil con potencial para reemplazar a las SIM físicas.
No es una tarjeta física sino un chip que «se integra en el dispositivo móvil u ordenador, y el cual es capaz de duplicar los datos que hay en una tarjeta SIM», explican desde Xataka.
Las ventajas son diversas: desde evitar la manipulación física de la tarjeta en el teléfono hasta la simplificación para introducir el perfil en nuevos dispositivos o contratar servicios de operadoras diferentes. Y es que la eSIM permite asociar a un número y tarifa a varios dispositivos, además de poder llevar más de un número en un sólo dispositivo.
Otra ventaja de este tipo de tecnología es que evita la manipulación física de la tarjeta en el teléfono, explican desde Orange, y añaden uno más: deja libre el espacio que ocupaba la ranura de la tarjeta física, algo importante en dispositivos como relojes inteligentes. Además de olvidarnos de los problemas de perder la SIM.
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