Qué es la sexsomnia, el ‘embarazoso’ trastorno del sueño que puede complicarte la vida

Afecta solo a un 2% de la población

Ana Más

En varias ocasiones hemos hablado de cómo los trastornos del sueño pueden influir en nuestro día a día. Sin embargo, hasta ahora no nos habíamos referido a uno tan peculiar como la ‘sexsomnia‘, que desde la web del Instituto del Sueño describen como «una parasomnia o trastorno del sueño, infrecuente pero real, que hace que una persona sea capaz de mantener relaciones sexuales al estar dormido/a y que al despertar no recuerde absolutamente nada de lo ocurrido».

Una especie de ‘sonambulismo sexual’, ya que la situación es muy similar a la que padecen las personas sonámbulas, que son capaces de levantarse de la cama completamente dormidos y realizar distintas acciones sin ser conscientes de sus actos a la mañana siguiente. Aunque con una clara diferencia, pues en el caso de la sexsomnia se trata de episodios que tienen la sexualidad como protagonista y que pueden ir desde los gemidos a la masturbación, pasando por los orgasmos espontáneos o las relaciones sexuales.

Aunque parece ser que muy pocas personas lo sufren. Según la OMS, afecta tan solo al 2% de la población mundial. Según algunos estudios, los siguientes factores influyen en que estos episodios se originen:

  • Ansiedad y estrés.
  • Falta de sueño.
  • Fatiga.
  • Consumo de alcohol y sustancias estupefacientes.
  • Abuso de ciertos fármacos.
  • Trastornos psicológicos o enfermedades psíquicas sexuales.
  • Trastornos del sueño como: apnea obstructiva del sueño, síndrome de la pierna inquietas.

Cómo se diagnostica y se trata la sexsomnia

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A la hora de diagnosticar este tipo de trastorno, que como es lógico puede afectar al día a día del que lo sufre y de su pareja, los especialistas suelen realizar una polisomnografía. Se trata de una prueba que sirve para diagnosticar trastornos del sueño y que registra la actividad cerebral y los movimientos oculares del paciente dormido.

Además de tener una entrevista o varias con el paciente y su pareja, para verificar que el primero no consuma fármacos y descartar otras condiciones que justifiquen su comportamiento y ausencia de recuerdos. Una vez diagnosticada, se suele poner un tratamiento integral, que suele combinar la terapia psicológica con fármacos específicos como las benzodiazepinas, para abordar aquello que subyace en este comportamiento, además de lo que lo desencadena.

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