¿Por qué las mujeres tienen más efectos secundarios que los hombres al tomar fármacos?

9 de cada 10 personas que acuden al hospital por este motivo son féminas

Ana Más

Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) observaron que el número de efectos secundarios tras tomar un mismo fármaco entre hombres y mujeres es mayor en las mujeres: «debido a ciertos procesos biológicos, la respuesta a los fármacos no es igual en ambos géneros, pero a pesar de esta evidencia aún no es muy común diferenciar en la prescripción de fármacos entre hombres y mujeres, ni en lo que se refiere a la elección del fármaco ni tampoco en la dosis que se prescribe«, explican.

De hecho, 9 de cada 10 personas que acuden al hospital por los efectos secundarios que les ha ocasionado un medicamento son mujeres, explica la doctora @carmevallsllobet, especializada en endocrinología. Esta ofrece una mirada integrativa y con perspectiva de género en una entrevista con la periodista Nuria Coll para el podcast sobre salud ‘ComoSoy‘.

En ello parece tener mucho que ver el hecho de que no se tenga en cuenta nuestra biología a la hora de prescribir medicamentos. Y es que el peso y la distribución de la grasa corporal, que además aumenta en la menopausia, es diferente en hombres y mujeres y esto a su vez afecta a «la liberación, absorción, distribución, metabolismo y excreción de los medicamentos, lo que genera diferente respuesta a los tratamientos«, explican desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof).

Es importante medir los efectos secundarios de un medicamento según el género

«El motivo es que la medicina ha ignorado estudiar a las mujeres en particular y el hecho que la ciencia haya estudiado siempre solo con ratas macho u hombres nos enferma. Literal«, explica la doctora, y añade que «el ejemplo de los efectos secundarios que nos provocan las estatinas es alarmante«.

Además, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmaceúticos explican que las mujeres experimentamos una mayor sensibilidad a ciertos medicamentos, como los opiáceos y benzodiacepinas.

Todo ello indica «la necesidad e importancia de contemplar la variable de género a la hora de reposicionar un nuevo fármaco«, explican desde la UPM, y añaden que considerar los posibles efectos adversos que un medicamento puede llegar a tener en cada uno de los géneros y tener en cuenta la prevalencia de la enfermedad, «puede ayudar a reducir el número de fármacos retirados del mercado por causar efectos adversos importantes en alguno de los dos géneros, así como a reducir el número total de ocurrencias de efectos adversos«.

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