La reciente prohibición de muchas cafeterías: ya no permiten su uso

El derecho de admisión ampara a los propietarios

Ana Más

Cada vez es más usual, y mucho más con la llegada del teletrabajo, ver en bares y cafeterías a varias personas ‘pegadas’ a su ordenador, mientras disfrutan de un zumo o un café. Sin embargo, muchos de estos establecimientos parecen haberse cansado de ello y han decidido ‘tomar cartas en el asunto‘, prohibiendo que los clientes utilicen sus ordenadores portátiles.

Y no es de extrañar, ya que más allá de que con ello se pierda la esencia original de estos lugares, pensados para desayunar, comer o merendar tranquilamente, además de socializar, la afluencia de estos personas que los utilizan como oficina, genera una menor rotación de clientela, que a su vez se traduce en una caída en las ventas.

Aunque no todas las cafeterías se muestran tan tajantes en este sentido prohibiendo el uso de ordenadores de manera radical. Algunos establecimientos establecen días y horas concretos para poder utilizarlos, cubriendo así las necesidades de la mayor parte de sus clientes: los que quieren tomar un café tranquilos y los que quieren trabajar mientras se lo toman.

El derecho de admisión ampara a las cafeterías

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Y es que algunos consideran esta decisión absurda, sobre todo si hay poca gente en el local. Los propietarios están amparados por el derecho de admisión, según el cual pueden establecer normas objetivas y no discriminatorias para regular el uso de sus espacios, siempre que se comuniquen de manera clara a los clientes. Es decir, en este caso, prohibir el uso de portátiles a ciertas horas, habiendo informado a los clientes de forma adecuada y sin discriminar a ningún colectivo, es una práctica ilegal.

Como en otras ocasiones, lo que perjudica a uno favorece a otro y en este caso los espacios de coworking van a ser los más favorecidos, ya que representan una gran opción, aunque algo menos económica, para aquellos que no quieren trabajar en casa los días de teletrabajo.

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