Pablo Urdangarín habla sobre la presión mediática, el peso de su apellido y cuánto le ayuda su padre: «Más en temas mentales que de balonmano»

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De los tres hijos de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, Pablo, de 24 años, ha sido el que ha estado siempre más abierto a hablar con la prensa, con la que siempre ha sido educado y cercano. De hecho, el joven acaba de conceder una entrevista a Los Deportes de La 1 (TVE) en la que ha hablado del peso que supone llevar un apellido como el suyo.

Su vida profesional está ligada al balonmano, ya que juega como lateral desde hace dos años (antes lo hacía como extremo) en el Granollers, tras haber jugado en Alemania y en el Barça. Una profesión que fue la de su padre durante muchos años, en los que destacó también como lateral derecho. Algo que también hace que le comparen a menudo con él y que supone un honor para el joven: «Significa que algo estoy haciendo bien. Yo creo que soy la versión mini y la versión más ágil y frágil«, explicaba.

También se ha referido a la ayuda que le presta su padre, que es mucho mayor en temas mentales que en temas de balonmano, explicaba, y añadía que siempre le llama antes de los partidos.

Pablo Urdangarín: «Soy un tío normal que caigo bien»

Pero, además, el segundo hijo de la Infanta Cristina se ha referido a la presión mediática que le ha supuesto en muchos momentos llevar su apellido, algo que no ha impedido que siga haciendo cosas: «Todo lo que hago, lo hago porque quiero. Si quiero quedar con mis amigos y está la prensa, tengo que quedar. Si quiero salir de fiesta y están grabando, qué voy a hacer».

Y es que ser sobrino del rey debe pesar, aunque él reconoce que «en el vestuario me tratan como a uno más, soy un tío normal que caigo bien. Pueden decirme cualquier cosa». Respecto a su vida personal, el nieto de Juan Carlos I tiene una relación con Johanna Zott, la joven de 22 años estudiante de medicina con la que sale hace dos años y que conoce del Liceo Francés de Barcelona, donde los dos estudiaron cuando eran pequeños.