La razón por la que «el orden de los factores sí altera el producto» en el aliño de las ensaladas

La cantidad es algo mucho más subjetivo, depende del gusto de cada uno

Ana Más

Son muy fáciles y rápidas de preparar, aportan fibra, vitaminas, y son muy ligeras. No todas son iguales, las hay que están más enfocadas a la pérdida de peso, otras para mejorar el ánimo y otras incluso para aportar energía. Nos referimos a las ensaladas, aunque hoy hablamos más bien de su aliño.

Y es que escoger bien los ingredientes de nuestra ensalada es muy importante, ya que puede pasar de ser un plato sano a convertirse en uno muy calórico y poco saciante. Por ejemplo, una manera de hacer una ensalada sana y además apetecible es sustituir la típica lechuga por otras verduras como espinacas, rúcula o espaguetis de zanahoria y/o calabacín. Además, podemos añadirle proteína en forma de huevos, pollo, tofu, caballa, atún, berberechos o mejillones, y para darle un toque ácido, añadir pepinillos en vinagre o alcaparras y un poco de aceite de oliva virgen.

Y precisamente a esto último nos referimos hoy: al aliño de nuestras ensaladas. ¿Sabías que la ciencia dice que debemos seguir un orden determinado a la hora de aliñarla? Pues sí, el aliño correcto sería primero la sal, luego el vinagre y por último, el aceite de oliva. La razón es que la sal es un producto muy soluble en agua y añadirla primero hace que penetre más en el resto de ingredientes, potenciando así su sabor.

Esta es la cantidad aproximada de aliño en tus ensaladas 

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Por otra parte, el alto contenido en agua del vinagre lo convierte en un gran aliado a la hora de disolver la sal y que ambos se integren perfectamente. La razón de que debamos dejar el aceite para lo último se debe a que su textura crea una película sobre los alimentos, y si lo echamos en primer lugar podría evitar que el vinagre y la sal se mezclen bien.

Respecto a las cantidades correctas, es algo mucho más subjetivo, ya que depende de los gustos de cada uno, pero podría ser algo así: una pizca de sal, una cucharada pequeña de vinagre o zumo de limón y dos cucharadas normales de aceite por persona. Ah, y algo importante, debemos aliñar nuestra ensalada justo antes de comérnosla si queremos que los ingredientes estén frescos.

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