La tecnología cada vez esta más integrada en nuestra rutina, haciéndonos incluso dependientes de esta misma. Una herencia que se deja a los más pequeños de la casa, los cuales adaptan estas mismas costumbres desde una temprana edad. Pero, además, serán estos mismos niños los que tendrán que acatar las consecuencias más jóvenes, como bien es la miopía.
Según un estudio realizado por la empresa ciberseguridad Kaspersky, llamado ‘Influencia de la tecnología en la vida de los españoles‘, estableció que más del 70% de españoles son dependientes, o incluso adictos, de la tecnología. Una realidad que plasma todo lo que vivimos en nuestro día a día, donde el móvil es un elemento imprescindible allá para dónde se vaya. Pero es que, más allá de los teléfonos, son muchas las herramientas tecnológicas, y cada vez más, las integradas en sociedad, las cuales hacen sentir más dependientes.
La realidad es que, a pesar de que cada vez se es más consciente del problema que se sufre, cada vez son más las tecnologías que aplicamos en nuestro día a día. Entre los 18 y 25 años, alrededor del 75% de españoles se confiesa dependiente, un cifra que sufre al 84% en el rango entre los 26 y 35 años. Lo que está claro es que este es un problema que afecta a cualquier rango de edad.
Nathaly Marcus, experta en epigenética y longevidad, en su visita al podcast mexicano, SINERGETICOS de Jorge Serratos, ha alzado la voz sobre el excesivo uso tecnológico en sociedad. «En menos de 20 años, los niños van a tener, más del 50%, miopía«, confesaba así para abordar el problema social.
«Traemos una epidemia, no solo en problemas articulares en los niños están todo el día así. Esta pantalla cambia la dopamina del cerebro«, explicaba más en detalle acerca de este problema. Y es que la dopamina es un neurotransmisor distribuido en el cerebro que interviene al controlar el movimiento y, además, en el sistema de recompensa de éste. La tecnología, consumo de redes sociales y demás, nos ayuda a liberar una gran cantidad de dopamina produciendo una gratificación al instante. Esto supone una adicción hacia la «dopamina rápida«, que posteriormente se apaga, olvidándose de la verdadera dopamina.
Ver esta publicación en Instagram
Por ello, esta experta ha alzado la voz acerca de priorizar las fuentes naturales de dopamina, las cuales tienen un efecto más duradero en nuestro sistema. «En una buena conversación, en hacer ejercicio, en reírte, en bailar en escuchar música… entonces busca esa fuente natural en tu cuerpo«, expresaba los diferentes, y simples, ejemplos sobre ello. Una mala costumbre que nunca es tarde para cambiar.
MÁS SOBRE:
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.
Text
Text