Caminata hidroeléctrica: la técnica para adelgazar fortaleciendo los músculos

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En multitud de ocasiones hemos hablado de la importancia de hacer algo de ejercicio para mantenernos en forma, incluso muchas veces nos hemos referido a que caminar es una forma de hacerlo que está al alcance de casi todo el mundo. Sin embargo, hoy nos detenemos en un tipo de caminata concreto: la caminata hidroeléctrica, con la que además de mantenernos en forma ganaremos músculo, y todo ello sin dañar nuestras articulaciones. Te contamos cómo practicarla.

También es conocida como hidrocaminata, algo que tiene que ver con que para practicarla necesitamos estar en un entorno en el que haya agua, desde un río a la playa o incluso una piscina que no cubra mucho bastará. Aunque, eso sí, tendremos que hacernos con un buen calzado antideslizante. Se trata simplemente de caminar por el agua y realizar algunos movimientos dentro de ella. Al tener más resistencia que caminando fuera del agua, el gasto energético es mayor y el ejercicio más completo.

Algo que confirman estudios como el publicado en National Library of Medicine u otra investigación de Taylor & Francis en la que se observó que la demanda cardiovascular y el gasto energético durante las caminatas hidroeléctricas son mayores que cuando caminamos fuera del agua.

Los beneficios de la caminata hidroeléctrica

Por otro lado, al estar bajo el agua las articulaciones no se dañan. Además, trabajamos el equilibrio y la coordinación y mejoramos la postura, ya que tenemos que adaptarnos al suelo mojado y esto a su vez aumenta el flujo sanguíneo y favorece la circulación, sobre todo de las piernas.

Y, por si esto fuera poco, también tiene beneficios a nivel mental, ya que los lugares donde se realizan este tipo de caminatas suelen estar en plena naturaleza y alejados de ruidos, contaminación y estrés, con lo cual invitan a una desconexión mental absoluta. Además de que hay estudios que demuestran que el agua reduce el estrés y mejora el ánimo.