La accesibilidad para personas con movilidad reducida es otra de las razones que hay detrás del hecho de poner espejos en los ascensores, ya que estos les permiten ver todo el espacio al maniobrar. En el caso de las sillas de ruedas «permite ver lo que tenemos detrás y, por tanto, maniobrar o incluso retroceder y salir cómodamente del ascensor sin necesidad de tener que girar la silla», explican desde la web de FAIN Ascensores, y añaden que tener un mayor campo de visión evita accidentes.