Por muy bien que freguemos los vasos, si a la hora de secarlos lo hacemos colocándolos boca abajo sobre una bayeta limpia, estaremos cometiendo un grave error que puede afectar incluso a nuestra salud. Y es que secarlos así hace que la humedad se acumule dentro del vaso y aumente la proliferación bacteriana. Lo explica Andrea, esta experta en limpieza en su TikTok (@limpiaterapia_con_adrea).
Según explica, al ponerlos boca abajo en una superficie completamente plana «estaremos haciendo que el aire no circule en su interior». «La humedad, entonces, queda atrapada en el contorno del cristal y en el trapo de microfibra, y esto termina generando bacterias«, señala. Y es que después nos los llevaremos directamente a la boca.
Por eso, la forma correcta de secar nuestros vasos es boca arriba para conseguir que el aire circule como debe, teniendo la precaución de que unos no rocen con otros y de que haya separación entre ellos, explica.
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Y si no puedes renunciar a esta forma de secarlos, hazlo siempre sobre un trapo de microficha limpio y que no suelte pelusas, doblado para que al colocarlo quede una superficie que no haga vacío y permita que corra el aire y los microorganismos no proliferen.
Otra opción es colocarlos encima de cubiertos limpios que hagan una especie de palanca que evite que estén totalmente apoyados en la encimera y se acumulen humedad y bacterias. Aunque sin duda la mejor opción es dejarlos secar boca arriba. El resultado será vasos sin manchas ni restos de humedad y, lo más importante, sin bacterias.
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