Los mandamientos de Dios

Cuáles son los 10 mandamientos de la ley de Dios y su significado

Se trata de una serie de imperativos religiosos según los mandamientos bíblicos

Estela Alba Hoyos

Los 10 mandamientos son un conjunto de principios fundamentales en el cristianismo y el judaísmo, considerados como una guía moral y espiritual para los creyentes. Estos mandamientos fueron entregados por Dios a Moisés en el Monte Sinaí, según la tradición bíblica, y están registrados en el libro del Éxodo y el Deuteronomio. No solo establecen normas de conducta, sino que también reflejan la relación entre Dios y la humanidad.

Los 10 mandamientos de Dios

  1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
  2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
  3. Santificarás las fiestas.
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
  5. No matarás.
  6. No cometerás actos impuros.
  7. No robarás.
  8. No dirás falso testimonio ni mentirás.
  9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
  10. No codiciarás los bienes ajenos.

El primer mandamiento, «Amarás a Dios sobre todas las cosas», subraya la importancia de la devoción y la lealtad a Dios. Este principio es la base de la fe y la espiritualidad, recordando a los creyentes que deben poner a Dios en el centro de sus vidas.

El segundo mandamiento, «No tomarás el nombre de Dios en vano», enfatiza el respeto y la reverencia hacia Dios. Utilizar el nombre de Dios de manera inapropiada o irrespetuosa es visto como una falta grave, ya que el nombre de Dios es sagrado.

El tercer mandamiento, «Santificarás las fiestas», insta a los creyentes a dedicar tiempo a la adoración y al descanso. Este mandamiento promueve la observancia del día de reposo, un tiempo para renovar la fe y fortalecer la comunidad.

Los mandamientos del cuarto al séptimo se centran en las relaciones humanas y la ética. «Honrarás a tu padre y a tu madre» destaca la importancia de la familia y el respeto a los padres. «No matarás», «No cometerás actos impuros» y «No robarás» son principios básicos de convivencia y justicia.

Finalmente, los últimos tres mandamientos, «No dirás falso testimonio ni mentirás», «No consentirás pensamientos ni deseos impuros» y «No codiciarás los bienes ajenos», abordan la integridad personal y la pureza de pensamiento. Estos mandamientos buscan fomentar una sociedad basada en la honestidad, la justicia y el respeto mutuo.

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