Sin embargo desde hace un tiempo, el vino blanco parece estar ganándole la carrera al tinto. Una moda que parece haber llegado para quedarse. Y es que el consumo de vinos blancos y rosados afrutados, refrescantes y fáciles de beber está subiendo en España, ya que «Son más fáciles de beber y gustan más sobre todo a los jóvenes y a las mujeres», explica en 20Minutos Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV).
Además añade que es una tendencia estable a largo plazo, no una moda pasajera, ya que muchos consumidores están modificando sus preferencias y quieren disfrutar ahora de «caldos fáciles de beber, más frescos, afrutados y de baja graduación, unos atributos de los que carecen los vinos tintos más tradicionales«.
Además, ha aumentado su producción, tal y como indican las cifras de producción de vino publicadas por el Gobierno: de los 27.827.661 hectolitros de vino que se elaboraron en nuestro país entre el 1 de agosto de 2023 y el 1 de julio de 2024, 14.950.384 fueron de blanco (53%) y los 12.877.277 restantes de tinto y rosado.
Respecto a cual es más saludable, en esto parece ganar el tinto, debido a los taninos, unos compuestos de origen vegetal que se encuentran por un lado en la pulpa y sobre todo en la piel, semillas y raspón de las uvas y son responsables del color y la estructura del vino y tienen potentes propiedades antioxidantes. Hay estudios en este sentido que aseguran que el vino tinto tiene ventaja sobre el blanco, y «mayor cantidad de algunas vitaminas y minerales que ayudan al buen funcionamiento cardiovascular», explican desde decantalo.com.
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