El verano es el momento perfecto para viajar y son muchas las personas que optan por coger el coche para llegar a su destino de vacaciones. Y un radar puede fastidiarte tus días libres.
En nuestros país, la Dirección General de Tráfico ha explicado que cada día, de media, se realizan 500 obras en diferentes lugares de las carreteras de nuestro país. Estas reformas generan más de 100.000 incidencias de gestión del tráfico al año como son los cortes de tráfico, carriles cortados, desvíos imprevistos… que deben ser señalizados para el conductor.
Por consecuencia, los límites de velocidad deben bajar en estos tramos para garantizar la seguridad de los operarios que trabajan en estas obras. Por lo tanto, muchas personas se preguntan si la DGT pone radares en las vías afectadas y qué velocidad las limita.
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De hecho, la DGT tiene cinemómetros móviles en estas zonas afectadas por obras. Y en estas situaciones, el margen de error de estos radares móviles corresponderá con la velocidad que marque la señalización antes de comenzar el tramo de obras, es decir, se calculara sobre el límite establecido para la zona de las obras y no sobre los 120 km/h.
Cabe recordar, que estos radares también cuentan con la famosa regla del 7. Esta teoría se basa en que los radares saltan cuando se supera en 7 km/h la velocidad en las vías con límites inferiores a 100 km/h. Por lo tanto, el radar salta cuando el vehículo circula 7 km/h por encima del límite.
¿Cómo funciona un radar?
Antes de nada, hay que saber lo que realmente es un radar y, sobre todo, cómo funcionan. Así lo explica la DGT según el tipo de radar:
Radares fijos: el radar emite microondas que rebotan contra el coche y vuelven al dispositivo. El cambio en la frecuencia de dichas ondas es lo que determina la velocidad a la que va el conductor. Actualmente, los radares fijos están en cabinas o pórticos sobre la vía.
Radares móviles: a diferencia de los fijos, los móviles pueden operar tanto en movimiento como parados. Normalmente están en coches de la Guardia Civil, que pueden estar camuflados, y funcionan de manera similar.
Radares de tramo: son cámaras con visión artificial. Una está en la entrada del túnel , que graba la matrícula de los coches que entran y la hora de paso, y otra a la salida, que reconoce la matrícula y calcula el tiempo que tarda cada vehículo en recorrer el tramo.
Radares aéreos: también se les conoce como Pegasus y se instalan en los helicópteros de la DGT. Se calcula las coordenadas del coche y un telémetro láser mide la distancia entre el helicóptero y el vehículo. El sistema mide su velocidad cada tres segundos y calcula la media.
