Si llegas al final del día hecho polvo e incluso te sientes con sueño durante las horas de trabajo, quizás haya algo que no estés haciendo bien. Y es que a veces dejar de estar tan cansado y obtener un mayor rendimiento y bienestar en nuestro día a día no depende tanto de lo que hagamos sino de lo que dejemos de hacer. Hoy hablamos de vampiros de energía.
El enfermero Héctor Castiñeira, conocido en redes como ‘Enfermera Saturada‘, acaba de publicar ¿Quién se ha llevado mi energía?’ (Editorial Plaza Janés) y en una entrevista a los informativos de Telecinco, explica que lo primero sería analizar qué tipo de cansancio tenemos, él analiza hasta diez en su libro y según cual sea, elegir la forma de descanso que necesitamos.
Además señala a la alimentación como una de las razones que pueden estar detrás del cansancio excesivo y recomienda eliminar de la cena aquellos alimentos que interfieran en nuestro descanso. Y es que cenar en exceso «es el hábito por excelencia que roba nuestra energía, según la doctora Mary Valvano, médica del Hospital Concord, de New Hampshire y del centro médico BetterNowMD», explican desde Infobae. Y añaden «la comida abundante a última hora del día interfiere en el ritmo circadianodel cuerpo y, en consecuencia, hará más dificultoso el descanso».
El descanso y las relaciones sociales otros vampiros de energía
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El enfermero recomienda además tomar durante el día alimentos que estimulen la producción de serotonina y dopamina, «porque nos ayudarán a sentirnos más motivados y con más energía«, explica. Además recomienda dar un paseo ligero de al menos media hora, algo en lo que coincide la doctora Danielle Kelvas, médica de Chattanooga, Tennessee, explican desde Infobae: «El ejercicio regular puede ayudar a mejorar los niveles de energía al aumentar el flujo sanguíneo y el oxígeno al cerebro y los músculos«, matiza.
Castiñeiro habla de la comida como uno de los ladrones de energía: » Las bacterias que viven en nuestro intestino están conectadas con nuestro cerebro, y si alteramos su composición y su actividad acabará afectando negativamente a nuestras emociones y nuestra energía», explica y añade que las alteramos si abusamos de alimentos ultraprocesados o llenos de hidratos de carbono refinados, como el pan blanco, las galletas o la bollería industrial, que no se trata de eliminar de nuestra dieta, sino de comerlos con moderación.
Respecto al café, el experto recomienda tomarlo pero con el reloj en la mano, es decir dejando de consumirlo a partir de las tres de la tarde: «Piensa que 6 horas después de tomarte una taza, el 50% de la cafeína todavía sigue activa en tu cerebro, provocando que no percibas el cansancio que tienes realmente y afectando a tu descanso nocturno.«, explica.
Y añade que además de la alimentación, el descanso y la actividad física, la forma en la que nos relacionamos con el mundo influye en la energía que tenemos. y con esto se refiere al aislamiento social, otro ladrón de energía tan perjudicial como el exceso de vida social ya que «Los dos nos acaban agotando«.
