La vacuna contra la alopecia cada vez más cerca

Los estudios en este sentido están basados en una proteína llamada SCUBE3

Ana Más

Son muchos los factores que favorecen la caída del cabello. Desde causas estacionales, hormonales, hereditarias, algunas enfermedades o incluso aspectos como el embarazo y el parto. Pero también hay algunos factores que influyen en una caída exagerada del mismo y que a lo mejor ni te imaginas, como el sedentarismo, el tabaco e incluso el sol.

Sin duda uno de los objetivos de la industria farmacéutica en los últimos años ha sido encontrar un remedio contra la alopecia, un medicamento que prevenga o acabe con la calvicie de ese 53% de los hombres entre 40 y 49 años, que sufren algún tipo de alopecia a nivel global y que estarían encantados de poder contar con algo que les ayudara en este sentido.

Desde El Economista explican que según las últimas investigaciones lo que les ocurre a las personas que se empiezan a quedar calvas, no es que se estén quedando sin pelo, sino que «ese pelo es cada vez más pequeño y fino, lo que se conoce en la jerga capilar como ‘miniaturización’. Este pelo pierde tamaño y grosor a causa de una enzima que se conoce comúnmente como DHT (dihidrotestosterona) y que está relacionada con la testosterona», es decir tienen el mismo pelo que cuando lucían una bonita melena pero esos pelos son casi invisibles.

La vacuna contra la alopecia todavía está en fase de estudio

Un chico se mira si está perdiendo pelo frente al espejo.
Getty

SCUBE3, así se llama la promesa contra la calvicie, una proteína en la que trabajan los científicos para conseguir la vacuna contra la alopecia, aunque de momento es solo una promesa. Y es que «la tecnología propuesta para esta vacuna es la que permitió crear las vacunas contra el Covid. También es la tecnología más prometedora para lograr futuras vacunas contra el cáncer», explican desde xataka.com.

La Sociedad Española de Restauración Capilar (SERECAP) pide en este sentido, en declaraciones a El economista, calma y explica que «el SCUBE3, se encuentra todavía en fase de investigación, puesto que aproximadamente hace un año, aparecieron los primeros resultados en ratones. En general, un medicamento tarda de 5 a 15 años en poderse comercializar con una media de 10 años, y algunos no llegan a comercializarse en humanos, como ocurrió con el RU-58841».

Además explican que actualmente, hay varias líneas de investigación prometedoras y esperanzadoras, algunas más cerca de comercializarse como las terapias con anticuerpos o el SAMIRNA, pero insisten en que todavía habrá que esperar varios años para comercializarlas.

 

 

 

 

 

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