Y es que aprovechando que en este tipo de gasolineras, hay que pagar con tarjeta de crédito, los delincuentes se acercan a su víctima cuando esta va a repostar. A continuación, le dicen que su coche se ha quedado sin combustible y que no tienen tarjeta bancaria, por lo que le piden que les pague la gasolina y le dan el dinero en efectivo.
A partir de ahí, lo que parecía un simple favor, se convierte en una situación de lo más tensa e incluso peligrosa, ya que el estafador aprovecha para intimidar a la víctima, a veces usando incluso la fuerza, obligándola a echar más combustible del acordado e incluso a llenar el depósito entero.
La recomendación de los expertos en este sentido es rechazar este tipo de intercambio si alguien nos lo propone y en caso de caer en el timo, avisar a la policía no sin antes haber fotografiado la matrícula del vehículo.
Los delincuentes «suelen utilizar matrículas falsas o incluso coches robados para llevar a cabo estos timos, lo que dificulta su identificación… Por eso, lo más prudente es evitar cualquier interacción que nos pueda poner en riesgo«, explican desde El Adelantado.
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