Las primeras actuaciones de Jazz tuvieron lugar en Madrid y Barcelona entre finales de 1919 y principios de 1920. Además, otras ciudades con gran población como Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Bilbao también podía encontrarse este género.
En 1929, Sam Wooding y sus Chocolate Kiddies actuaron en Madrid, San Sebastián y Barcelona, dejando una huella imborrable en la cultura musical española. Ese mismo año, también tiene gran relevancia en esta historia la Exposición Universal de Barcelona. En la que sus asistentes fueron testigos de la actuación de la orquesta británica de Jack Hilton, seguida por la orquesta de Harry Flemming, que incluía al trompetista Tommy Ladnie.
«El primer álbum de jazz fue grabado por la Original Dixieland Jazzband y estuvo oficialmente disponible en España en 1920, unos 30 años después del surgimiento de este nuevo movimiento musical en los Estados Unidos», según la revista Lacarne y recoge OhJazz.
Aunque el jazz llegó a España en los años 20, no fue hasta después de la Guerra Civil que comenzó a florecer, en parte gracias a la apertura cultural que siguió a la dictadura. En los años 40 y 50, este género en España se vivía en pequeños círculos, con aficionados y músicos que se reunían en torno a las pocas grabaciones disponibles, la mayoría de artistas americanos, a causa de la censura y las restricciones impuestas por el régimen franquista. Era una época de descubrimiento, donde el jazz se filtraba a través de las ondas de radio y las actuaciones de artistas extranjeros que visitaban el país.
Para empezar vamos a hacer una gran mención a la orquesta «El Lirio Campestre». La banda apareció en Barcelona en 1944, haciendo interpretaciones de Benny Goodman y Woody Herman. En 1947, el Hot Club de Barcelona reapareció. La asociación reanudó sus actividades organizando algunas jam sessions, en las que un joven Tete Montoliu hizo su debut en el piano.
Montoliu nació en Barcelona en 1933 y es considerado el primer gran jazzista español. El catalán se convirtió en un pianista prodigioso, conocido por su técnica y su habilidad para la improvisación. A lo largo de su carrera, colaboró con grandes figuras del jazz internacional y dejó un legado imborrable en la escena del jazz en español.
En los años 50 y 60, el jazz continuó su desarrollo por nuestro país. Los músicos de este género se inspiraban en los ritmos y melodías flamencas para conseguir un sonido original. Además, el jazz cogió mucha fuerza en España a partir de 1979, año en el que se creó la escuela Taller de Músics en Barcelona, seguida por la Escuela de Música Creativa y la Escuela de Nueva Música en Madrid.
El ‘Jamboree Jazz Club’ en Barcelona y el ‘Café Central’ en Madrid son dos de los lugares más emblemáticos del jazz en España. Estos lugares han acogido a numerosos artistas de jazz, tanto locales como internacionales, y han contribuido en gran medida a la popularización del jazz en España.
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