A veces nos pueden surgir dudas sobre cómo conservar los alimentos de la mejor manera para que duren más sin estropearse. Y es que hay algunos trucosnos pueden ayudarnos a prolongar su vida útil. Además de ahorrar evitaremos el desperdicio innecesario y reduciremos el riesgo de intoxicación.
Conservar los alimentos es sencillo, pero debemos tener en cuenta algunas premisas. Una de las primeras es conocer cuales son los que corren más riesgo de estropearse, que son «pescados, lácteos, cárnicos u ovoproductos por su alto contenido de nutrientes», explican desde El Diario.
A estos les siguen las frutas, legumbres, hortalizas, tubérculos, jaleas o productos de panadería, que tienen un riesgo medio, mientras que los cereales y sus derivados, el café, las grasas y aceites o el azúcar, tienen muy poco riesgo de estropearse.
Más trucos para conservar mucho mejor los alimentos
Debemos tener en cuenta además, que cuanto más tiempo esté a temperatura ambiente el alimento, más rápido se deteriora, «la temperatura multiplica o retrasa la contaminación y proliferación de patógenos«, explican desde el mismo medio.
Hay algunos alimentos que conviene guardar separados del resto por el gas etileno que desprenden que puede hacer que no solo ellos sino el resto de comida con la que están en contacto se eche a perder. Es el caso de las patatas, las cebollas y los plátanos.
Y algunos otros tips importantes de conservación:
Debemos guardar fuera de la nevera los ajos, ya que lejos de conservarse mejor, con el frío brota y desarrolla moho. Lo mejor es guardarlos en un lugar seco y oscuro y habiendo separado los dientes del bulbo.
El azúcar debe ir en un recipiente hermético para evitar que se formen grumos si la dejamos expuesta a la humedad y al aire
Nada de conservar la harina en el paquete en el que viene, mejor dejarla en uno hermético de vidrio o plástico, donde conservará su humedad natural, poniendo especial atención a que esté seco cuando la echemos.
Y más consejos:
Los tomates, debemos conservarlos fuera de la nevera, ya que aguantan mal y poco el frío y se vuelven harinosos, además de quedarse sin sabor. Por eso lo mejor es dejarlos madurar en la encimera.
El exceso de humedad contribuye a que los alimentos frescos se echen antes a perder, por eso no conviene lavar la fruta antes de meterla en la nevera. Lo recomendable es guardarlos en recipientes herméticos para que conserven su humedad natural o ponerlos en los cajones de la nevera, que realizan una función similar al de los recipientes, pero poniendo papel de cocina para que absorba la condensación que generan las verduras cuando se enfrían.
Y en el caso de los quesos, la mejor manera de conservarlos es envueltos en un trapo humedecido para evitar que se endurezca, agriete y pierda el sabor.
En cuanto a las hierbas frescas, guárdalas como si fueran un ramo y en el caso del perejil, puedes poner un manojo en un vaso de agua.
Por último puedes utilizar el método del ‘meal prepping’ para que tus alimentos duren hasta cuatro semanas. El sistema consiste en llenar recipientes de cristal con nuestro guiso favorito pero cerciorándonos de que la comida esté al menos 80 grados centígrados.