Pero encontrar un hueco libre no es el único problema, sino dar con el sitio perfecto en el que entre tu coche sin tener que hacer maniobras imposibles. Por eso, muchos conductores tiran de trucos al dejar estacionado el vehículo, como plegar los retrovisores para ocupar menos espacio.
Esta tendencia que seguro que has hecho más de una vez con toda la inocencia del mundo podrá no ser tan buena como te piensas y, de hecho, es una práctica que desaconsejan desde la Dirección General de Tráfico (DGT).
Para empezar, cabe destacar que DGT no prohíbe expresamente plegar los retrovisores, ya que esto nos permite poder proteger los espejos de nuestro automóvil ante el paso de otros vehículos y, a su vez, ganar ese pequeño espacio a la hora de aparcar.
Además, puede ocurrir que se nos olvide desplegarlo una vez hemos pegado el espejo a nuestro coche, salvo que el turismo disponga de esta función de forma automática.
Ahora bien, los retrovisores sí tienen que cumplir con una serie de condiciones para su uso cuando el coche esté en circulación y es que deben estar homologados y debe haber dos como mínimo del lado del conductor: uno en el interior y otro en el exterior, a un lado de la ventana.
También se recomienda la disposición de un tercer retrovisor, que debe estar del lado del copiloto, para cubrir el ángulo muerto que queda fuera del ángulo de visión del conductor.
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