El truco para saber si el café que te han servido es realmente descafeinado

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Nada más y nada menos que 14.000 millones de tazas de café al año se consumen en España. Consumimos 4,5 kg de café por persona al año, el café con leche es el más popular y 6 de cada 10 españoles no cambiaríamos al café por ninguna otra bebida, explican desde la web de Bonka.

Hay mil variedades de café, solo, cortado, americano, con leche, manchado, largo, cappuccino, bombón, irlandés… y precisamente ante tal variedad es fácil que la persona que nos lo sirve, se equivoque en alguna ocasión, sobre todo si se trata de café descafeinado, tan fácil de confundir con el que no lo es.

Y es que los dos tipos de café no se pueden distinguir a simple vista, tanto es así que incluso en redes sociales han recreado una escena ficticia pero más habitual de lo que pensamos, en la que simula que un camarero le dice a otro: «¿Me puedo llevar yo los cafés? Recuerda que uno es descafeinado». «¡Ostras! No me he acordado, pero tranquilo, no se enterará. Tú sírvele café normal y ya verás como no se entera». Esperemos que no se trate de una práctica habitual.

@xiquetamontgat Como distinguir si tu café es descafeinado… #cafe #cafedescafeinado #bar #camareros ♬ sonido original – Esther Martínez

Lo más frecuente es que los camareros utilicen algunos trucos para distinguir el café descafeinado del que no lo es, como poner la cucharilla al revés para identificar cuál es el descafeinado o poner una galleta o caramelo cerca de la cucharilla para no confundirse.

Los orígenes del café descafeinado

Terminamos con algo de historia sobre el café descafeinado. En el año 1903, Ludwig Roselius, jefe de la compañía alemana de café Kaffee HAG descubrió accidentalmente cómo descafeinar el café cuando una partida de café fue cubierta por agua de mar durante su traslado. Esto causó que se filtrara la cafeína, pero sin afectar al sabor.

Entonces Roselius decidió desarrollar un método industrial para repetir el proceso accidental y para ello bañó en vapor los granos de café con varios ácidos. Posteriormente usó el benceno resultante para eliminar la cafeína, naciendo así el café descafeinado, explican desde el blog de Mocay.