Pero antes recordemos en que consiste esta «norma», tan sencillo como poner siempre raciones de números primos, es decir, que solo puedan dividirse entre uno y él mismo. El matemático lo explicó así: «Excepto si coincide el número de comensales con el de raciones, en cuyo caso no habría problema, consiguen que el reparto no sea equitativo y que haya que pedir más raciones para que todo el mundo coma por igual».
La misma práctica la realizan algunos bares con la cerveza, si un grupo de cuatro pide cuatro cervezas le ofrecen un ‘cubo’ de cinco que en teoría sale más económico y decimos en teoría porque al final si son cuatro personas pero piden cinco botellines, en la segunda ronda «vais a pedir tres botellines más para acompañar a la persona que se ha quedado sola bebiendo», explica un hostelero en un vídeo en redes.
Hoy seguimos con la ‘picaresca’ de algunos bares con respecto a la cerveza, una bebida de la que podemos encontrar un montón de variedades en casi todos ellos. Sin embargo, hay un factor muy importante a tener en cuenta: las dimensiones del vaso, que en muchas ocasiones pueden ser engañosas y hacer que nos estén cobrando más.
Y es que aunque en teoría hay muchos tamaños de vasos diferentes para cañas, quintos, tercios y dobles, la capacidad de cada uno de ellos a veces es más parecida de lo que pensamos.