Y es que en un futuro no muy lejano, MasterCard pretende eliminar las tarjetas de crédito convencionales y reemplazarlas por un sistema de pagos basado en tokens aleatorios que generarán un número único para cada operación, reduciendo así el riesgo de fraude al proteger de esta forma la información personal del usuario, que no se compartirán durante las transacciones.
Además proponen un innovador sistema de autenticación en el que en vez de usar códigos PIN, se utilice la autenticación biométrica, como el escaneo de la palma de la mano. Con esto se conseguirá además de que todo sea más sencillo para el usuario, que este no tenga que recordar ninguna contraseña ni llevar la tarjeta física.
Desde la web de BBVA explican que «se llama token (en inglés, ‘ficha’, como por ejemplo las que se utilizan en las máquinas recreativas o los coches de choque) a una unidad de valor basada en criptografía y emitida por una entidad privada en una ‘blockchain’, como Bitcoin o Ethereum» y añaden que «las criptomonedas son probablemente los más conocidos, pero están lejos de ser los únicos que existen: un ‘token’ puede representar digitalmente cualquier activo o utilidad«.
Actualmente, el 25% de las transacciones realizadas se hacen mediante esta tecnología y el objetivo de MasterCard es que para el año 2030, el 100% de las operaciones se realicen con ella. Y es que además de la seguridad que aporta a la operación, hace que las transacciones sean más rápidas y eficientes, al permitir una autorización más rápida y que los consumidores pueden hacer sus pagos de manera más rápìda y segura y «sin la necesidad de ingresar repetidamente los datos de su tarjeta«, explican desde worldtokencongress.com.
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