Los premios no tardaron en llegar, incluso un Ondas pasó a formar parte de su estantería con este disco como Mejor Álbum. Una historia con final feliz. Lograron posicionarse en el número uno durante semanas consecutivas con algunas de sus canciones, como con El universo sobre mí o Días de verano con la que «obtendrían su récord de permanencia en el nº1 de Los40 (cinco semanas consecutivas entre 6 de Agosto y el 1 de Octubre de 2005)» informó Los40.
Marta, Sebas, Guille y los demás es otra de los temas más exitosos de este trabajo. Su historia es peculiar. Esta oda nostálgica a la amistad tenía que tener una contexto a la altura. «De repente empiezas a recordar que antes veías todos los días a tus amigos, que llegabas a la salida de clase o del trabajo y te juntabas a tomar algo y ahora te das cuenta de que hace muchísimo tiempo que no los ves y que ya no hay ese contacto diario» reconocía Eva Amaral.
En una entrevista que concedieron a El País contaron Marta y Guille la relación que les unía a la banda. Eva y Marta estudiaron juntas en la Escuela de Artes y Oficios. No se han vuelto a separar desde los 15 años cuando se conocieron. Al principio le impactaba ver a su amiga subida a un escenario, ya que era muy tímida. Sin embargo, recuerda el día que recibió la noticia que siempre estuvo esperando: el lanzamiento de su primer disco.
En cuanto a Guille del que Eva cantaba que «no sabía nada», cuando este escuchó la canción le escribió sin pensarlo el siguiente mensaje: «este es mi nuevo teléfono, para que no vuelvas a decir que no sabes nada de mí».
Tras el éxito de Estrella de mar, el foco estaba sobre qué sería lo próximo que sacaría el dúo más talentoso del panorama. Tras unos años en los que vivieron el sueño de toda estrella de la música en sus propias carnes, quisieron honrar el nombre de su disco. «El objetivo de ponerse ese nombre al álbum es el de rendir un homenaje a esa gente que tiene ilusiones» reconocían en una entrevista.
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