Su letra recuerda a cualquier grupo de amigos que se precie, haciendo referencia al periodo de la vida en el que las obligaciones brillaban por su ausencia y una de las mayores preocupaciones era pasar el máximo tiempo posible en el grupo.
«Son mis amigos, en la calle pasábamos las horas, son mis amigos por encima de todas las cosas, son mis amigos… Alicia fue a vivir a Barcelona y hoy ha venido a mi memoria, Claudia tuvo un hijo y de Guille y los demás ya no sé nada… Son mis amigos en la calle pasábamos las horas, son mis amigos por encima de todas las cosas».
«Nos dijimos adiós y pasaron los años, volvimos a vernos una noche de sábado, otro país, otra ciudad, otra vida, pero la misma mirada felina. A veces te mataría y otras en cambio te quiero comer, ojillos de agua marina… Cómo hablar si cada parte de mi mente es tuya».
El disco ‘Pájaros en la cabeza’, publicado por Amaral en 2005, es uno de los que más se han reconocido por el público a lo largo del tiempo. Pese a que habla de los meses más calurosos, es perfecta para ser escuchada en cualquier momento del año.
«No quedan días de verano para pedirte perdón, para borrar del pasado el daño que te hice yo, sin besos de despedida y sin palabras bonitas, porque te miro a los ojos y no me sale la voz Si pienso en ti siento que esta vida no es justa, si pienso en ti y en la luz de esa mirada tuya».
Es otra de las canciones más conocidas de Eva y Juan, que también formó parte del álbum ‘Pájaros en la cabeza’. Tiene una letra que empodera a cada persona que la escuche, y es un grito de libertad.
«Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mí, quiero correr en libertad, quiero encontrar mi sitio. Una broma del destino, una melodía acelerada en una canción que nunca acaba. Ya he tenido suficiente, necesito alguien que comprenda que estoy sola en medio de un montón de gente».
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