El agua dulce supone un 2,5% del total de la Tierra y está en forma de hielo en ríos, lagos, glaciares y casquetes polares. Sobre todo en la Antártida y el Ártico, entre los que hay casi treinta millones de kilómetros cuadrados de hielo.
Sin embargo esta extensión ha disminuido bastante a causa del calentamiento global, que a su vez ha provocado que las temperaturas suban en todo el mundo. Todo ello ha hecho que esta extensión de hielo sea menor, lo que provoca un aumento del nivel del mar, explican desde el mismo medio. Algo sobre lo que llevan años advirtiendo los expertos, muchos de los cuales hablan incluso de un proceso irreversible e imparable.
El Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), en colaboración con el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), ha publicado un estudio publicado en la revista Geosciences, en el que destacan que esta subida, consecuencia del cambio climático, ya es de 2,8 milímetros al año, explican desde nationalgeographic.com.
Según este sexto informe de evaluación, puede haber diferentes escenarios que van desde un aumento de la temperatura global de 1,5ºC hacia el 2050, pasando por uno intermedio, y otro menos probable, pero mucho más grave, en el que los valores estarían 2,6ºC por encima de la media.
Asimismo, según se desprende del mismo, «un total de 8.000 kilómetros de costa podría desaparecer», esto supondría que desaparecieran playas y pueblos costeros de nuestro país. El informe menciona quince puntos en concreto de la costa española que experimentarán un crecimiento alto del nivel del mar. Algo que sería especialmente notable en Santa Cruz de Tenerife, Cádiz y Barcelona. La Albufera de Valencia, el Parque Natural de Doñana y El Prat de Llobregat, que podrían llegar a desaparecer.
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