Todos soñamos con que nos suban el sueldo en algún momento y más si llevamos trabajando muchos años. Sin embargo esto, que para muchos sería una bonita recompensa por el esfuerzo realizado y por las cosas bien hechas, puede conducirnos a gastar mucho más que antes o lo que es lo mismo puede hacer que nos dejemos llevar y al ver que nuestros ingresos son mayores pensemos que también pueden crecer el número de caprichos que nos demos.
Lo explican desde 20Minutos, se llama teoría del gasto creciente, algo que los expertos explican así: «a medida que aumentan nuestros ingresos, es común que también incrementemos nuestros gastos al adquirir nuevas necesidades y comodidades». Desde el blog de BBVA añaden: «ganar más es igual a consumir más, ya que nuestro nivel de vida tenderá a responder con la misma intensidad según vaya ampliándose nuestra capacidad financiera».
Desde la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA España) advierten que: «este fenómeno puede llevar a un aumento significativo de los gastos recurrentes y a la postergación indefinida de la decisión de ahorrar. Sin un control adecuado, esta dinámica puede conducir a problemas financieros graves, deteriorando la capacidad de ahorro y el bienestar financiero».
Cómo controlar el gasto si te suben el sueldo
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A su vez desde el blog BBVA dan una serie de consejos para evitar caer en este ‘gasto creciente’, que se pueden resumir en este: «buscar el consumo consciente, equilibrado y responsable. No se trata de negarse caprichos de vez en cuando, pero siempre de forma puntual, no sistemáticamente», exponen y añaden algunas pautas que puden servirnos en este sentido:
Ahorrar antes de empezar a gastar, esto es en cuanto cobremos, apartar una cantidad en una cuenta diferente en la que no tengamos ese dinero disponible: «Si tu sueldo aumenta, también lo hará la parte que ahorras. Destinar entre un 5 y un 10% de nuestro sueldo para el preahorro», explican.
Clasificar los gastos personales en gastos fijos necesarios, como el alquiler o hipoteca, gastos variables necesarios como la comida, la ropa o los suministros, y gastos discrecionales como las salidas y los viajes. Así sabremos por donde empezar a recortar gastos si esto es necesario.
Controlar los gastos hormiga, que son esos pequeños gastos diarios innecesarios y que son casi inapreciables, pero que a final de mes suponen una cantidad importante
Si ganamos más, debemos plantearnos dedicar una parte de nuestros ahorros a invertir y sacar una rentabilidad a tu dinero
Repartir entre gasto y ahorro cualquier incremento de ingresos que aparezca, podría estar entre un 50% ahorro-50% gasto y un 15% ahorro-85% gasto, explican.