Su creadora es la artista visual Woopsyang, que después de sufrir un grave episodio de agotamiento ideó esta especie de performance con el objetivo escenificar una pausa colectiva en medio del ajetreado y ruidoso mundo.
Aquellos que participan se juntan simplemente para sentarse en el césped y pasar el tiempo sin hacer nada, tan solo relajándose. Y es que gana precisamente el que mejor sepa relajarse durante hora y media sobre una esterilla, algo que acreditará teniendo la frecuencia cardiaca más baja, que a su vez se mide mediante un brazalete para este fin, que llevaban los 117 participantes que fueron seleccionados en esta edición de entre los 4.000 que solicitaron participar.
Durante el concurso no se puede usar dispositivos móviles de ningún tipo, ni tampoco mirar el reloj y si te quedas dormido te descalifican. Y es que se trata de una competición en toda regla en la que incluso hay un comentarista que narra lo que ocurre.
La chilena Valentina Vilches, la última persona en ganar la competición hablaba, al recoger su trofeo con bata y estetoscopio, de la importancia de saber relajarse y distraerse y cómo esto afecta a la salud positivamente.
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