Puede que hasta hace poco ni siquiera hubieras oído hablar de la alergia y, de repente, desde hace un tiempo cuando llega la primavera notas síntomas como congestión nasal, estornudos, picor, enrojecimiento de los ojos, tos seca, rinitis y estornudos sin venir a cuento. De repente te has convertido en alérgico a pesar de no haberlo sido nunca.
En declaraciones a Telecinco el alergólogo y miembro de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), David Baquero, explica las razones de que ocurra esto.
Lo primero que explica es que «nuestro sistema inmunitario está capacitado para reconocer y diferenciar entre algo malo o algo bueno. Pero puede llegar un momento, por ciertos determinantes, que éste cambie la respuesta y deje de tolerarlo«, es entonces cuando nos convertimos en alérgicos a algo a lo que no lo éramos antes.
Razones por las que puedes ser alérgico ahora y antes no
La alergia es una enfermedad que consiste en una reacción exagerada y anómala a algo que deberíamos tolerar: alimentos, pólenes, picaduras de insectos, medicamentos, y puede manifestarse como otras patologías tanto en la edad infantil como en la adulta, incluso hasta los 70 años.
Nuestro sistema inmunitario deja de tolerar un alérgeno por varios factores:
predisposición genética
características propias del huésped
cambios ambientales: «No podemos predecir si un paciente va a ser alérgico o no, pero una exposición prolongada a un alérgeno puede convertirse en un factor de riesgo para desarrollar cualquier alergia», explica.
Baquero habla de algunas situaciones que pueden desencadenar la alergia en personas que nunca la habían sufrido:
mudarnos de casa, ciudad o país
cambios en la alimentación
convivir con mascotas
el cambio climático que hace que la polinización de las plantas se extienda cada vez más en el tiempo
la contaminación
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El oftalmólogo cofundador de Clínica Baviera, Fernando Llovet, da algunos consejos para reducir los síntomas de la alergia primaveral y mejorar así nuestra calidad de vida:
usar gafas de sol
cerrar las ventanas en casa y ventilar a horas centrales del día
no automedicarse
evitar tocarse los ojos y lavarnos las manos con frecuencia
hidratarse, ya que uno de los síntomas más comunes de la alergia es la sequedad de ojos y fosas nasales
evitar hacer deporte en el exterior durante las horas de mayor polinización y evitar transitar lugares con una vegetación abundante.