tortitas de arroz

«Son malísimas»: el nutricionista Pablo Ojeda advierte sobre las tortitas de arroz

Tienen fama de saludables, pero no es oro todo lo que reluce

Noelia Bertol

En un intento por mejorar sus hábitos de alimentación son muchos los que optan por las famosas tortitas de arroz o maíz para tomar como snack, creyendo que se trata de una opción saludable. Y es que así se publicitan, como una opción sana para calmar el hambre sin consumir muchas calorías. No obstante, parece que de saludables tienen más bien poco. Así lo advirtió en su momento la OCU y ahora lo ha señalado el nutricionista Pablo Ojeda.

«Es el aire más caro del mercado. No son malas, son malísimas«, apuntaba este en el programa en el que colabora. Este apunta que se trata de un producto sin apenas aporte nutricional, lo que hace que cuando las tomas te sacian momentáneamente, pero el hambre llega de nuevo con la misma rapidez. Lo que hacen, según este, es que «te inflan el estómago«. Además, tienen grandes cantidades de sal o aminoácidos como glutamato monosódico, utilizado en alimentación para potenciar el sabor de los alimentos.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hace un tiempo ya lanzó esta advertencia sobre las tortitas de arroz. Tras llevar a cabo un estudio en el que se analizaban 151 tortitas de arroz, maíz, avena o trigo se llegó a la conclusión de que no es un producto que ayude a perder peso, como muchos creen. Además, recalcaban que hay opciones con chocolate o de sabor a jamón que ni siquiera son saludables.


tortitas de arroz
Tortitas de arroz maíz | Getty

Las tortitas y el problema de los etiquetados como ‘productos saludables’

Este estudio también sacaba una conclusión, y es que en algunos de los casos de este producto sus calorías son mayores que la misma cantidad de pan blanco. «Si se trasladan a 100 gramos, las calorías ya se hacen notar: 383 kcal«, mientras que el pan contiene 240 kcal.

Esto vuelve a poner el foco en esos productos que se consideran saludables (incluso su etiquetado hace gala de ello), pero que no lo son tanto. Ocurre con muchas opciones de cereales o galletas para el desayuno que van cargados de azúcares o incluso cremas de verduras que llevan un porcentaje pequeñísimo del ingrediente que venden como principal.

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