Hace un tiempo hablábamos de una, emitida en Lituania en el año 2021, que está dedicada a la Reserva Natural de Zuvintas y cuyo valor podría llegar a los 2.000 euros debido a un fallo de acuñación en su canto.
También hace unos meses nos referíamos a otra moneda de dos euros que desde el portal Todo Colección valoraban entonces en 1.500 euros, debido a que es una moneda de edición limitada con un diseño que no se puede encontrar en otras monedas del mismo valor. Se emitió en enero de 2009, para conmemorar el décimo aniversario de la Unión Económica y Monetaria (1999-2000).
Y hoy nos referimos a otra moneda de dos euros emitida por el Gobierno Francés hace más de veinte años y que se cotiza en el mercado del coleccionismo por más de mil euros.
Lo que la hace tan valiosa es que pertenece a una tirada diseñada por el diseñador Joaquín Jímenez, que es grabador general en la Monnaie de Paris, donde se fabrican monedas, medallas y condecoraciones desde el siglo IX. De hecho su nombre aparece en cada una de las monedas, junto al árbol estrellado que estas llevan impresas, que se conoce como ‘El árbol de la vida’ y simboliza la continuidad, la vitalidad y el crecimiento, explican desde la revista Hola!.
Un árbol con raíces cuyas ramas se dirigen hacia las estrellas de la Unión Europea, explica el diseñador en un reportaje en el canal France24, dónde explica añade que ‘es un árbol europeo’ y que en Francia el árbol es un símbolo muy importante, es protector, ‘un ser viviente que no deja de crecer durante toda su vida‘, explica.
Pero además, estas monedas tienen algunos descuidos en la acuñación que las convierten en ejemplares únicos. Su diseño es un hexágono, que representa a Francia y las letras ‘R’ y ‘F’, de República Francesa, además del lema del país, que lleva inscrito: ‘liberté, egalité y fraternité’ (libertad, igualdad y fraternidad).
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