En un comunicado publicado en sus redes sociales, Shakira agradeció a sus seguidores por la respuesta entusiasta que ha generado su tour, que ya se perfila como uno de los más grandes de su carrera. «La producción ha crecido en tal magnitud, así como la demanda de entradas y más shows, que ha superado las expectativas más optimistas», expresó la artista. Debido a esta situación, la gira en Norteamérica se ha trasladado a mayo, para ajustarse a los cambios logísticos que implica la realización de conciertos en estadios.
El cambio de arenas a estadios trae consigo significativas diferencias en cuanto a producción, experiencia y capacidad. Las arenas, como las que Shakira tenía inicialmente programadas en Estados Unidos, suelen albergar entre 15,000 y 20,000 personas, proporcionando una atmósfera más íntima y controlada. Por su parte, los estadios, que albergan desde 40,000 hasta más de 80,000 espectadores, permiten un espectáculo mucho más masivo, con mayores recursos escénicos, tecnología de luces y pantallas gigantes.
El salto a estadios implica un crecimiento en la escala de la producción. Los escenarios tienden a ser más amplios y elaborados, con efectos visuales y acústicos adaptados para cubrir el espacio masivo y garantizar que la experiencia llegue de forma óptima a todos los asistentes, sin importar lo lejos que estén del escenario. Además, permite incluir un mayor número de entradas, lo que satisface la alta demanda que ha caracterizado esta gira.
El impacto emocional también varía. Mientras que en una arena el público puede sentirse más cerca del artista, en un estadio el espectáculo adquiere dimensiones épicas, transformando la música en un evento multitudinario. Para Shakira, acostumbrada a presentaciones de gran impacto, este cambio ofrece una oportunidad de volver por todo lo alto y ofrecer un show con características mucho más ambiciosas.
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