«Viajar en familia se está convirtiendo en una bendita tradición. Sumamos Venecia a nuestra lista…«, escribía Sara junto a un carrusel de fotos en Instagram en el que es más que evidente el ‘buen rollo’ familiar que hay: «¡Qué suerte tenemos de tenernos! . A seguir llenando nuestros pasaportes de sellos, familia…«, añadía.
Juntos han visitado los típicos canales venecianos, han disfrutado de su gastronomía e incluso han visitado un taller de soplado de vidrio de Murano.
Sara, cámara en mano, ha inmortalizado todos esos momentos en bonitas fotos en las que se ve a sus padres juntos, a Roberto con sus sobrinos y a toda la familia junta.
Roberto y Sara se conocieron en 2012 en el comedor de Antena3, dónde ella vino a hacer prácticas: «La tele donde iba a hacer las prácticas cierra y de carambola termino en Antena 3. Hora de comer. Una mesa llena de gente y solo una silla vacía. Me siento. Justo enfrente, un chico sevillano que me sonaba de la tele», recordaba ella en su Instagram el año pasado en su octavo aniversario.
Y añadía: «Hablamos de acentos. Llueve. Me regala un libro. Me invita a desayunar en la cafetería de Antena. Le invito yo al día siguiente. Quedamos para jugar al billar. Le gano. Ahora, a los dardos. Me gana. Disimulamos mandándonos mensajes y correos de punta a punta de la redacción. Nadie sospecha nada y eso nos gusta«.
Una historia con un bonito desenlace, cuando tras un viaje a Cádiz y Sevilla, todo parece que va en serio, su entorno comienza a sospechar: «Y eso también nos gusta. Justo ahí empieza el viaje más bonito, increíble y maravilloso de todos», contaba la periodista.
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