Tras el revuelo ocasionado con la emisión del programa de su marcha, el actor Rubén Ochandiano ha dado unas explosivas declaraciones a la revista ‘Icon’, donde cuenta todo lo ocurrido desde su incorporación al casting: «Tuve una serie de conversaciones con ella (CEO de la productora del programa) y me hizo una oferta económica pornográfica», fue por ello que, pese a meditar la decisión, terminó dando su brazo a torcer: «Me pareció una travesura simpática, probablemente movido por cierta desilusión al sentir, en ocasiones, que recibía propuestas de trabajo por debajo de mis posibilidades. Yo me considero un tío muy currante, un tipo con talento y no siempre tengo acceso a proyectos que me gustaría. Así que me dije: pues le pueden dar por el culo a la vitola».
Su sorpresa llega cuando comienzan las grabaciones, ya que, aunque estaba avisado de lo que escondían las cámaras de uno de los formatos mundiales más famosos de cocina, cuando se vio inmerso en la producción, su experiencia sobrepasó todos los límites: «Desde el momento en que accedo a entrar estoy siendo cómplice de un asunto que ya sabemos de qué va. Lo que pasa es que no del todo. Yo pensé que sabía de lo que iba, pero cuando llegué allí resultó que no. Era peor».
Además, no ha tenido problema en confesar que le ha parecido muy injusto como se ha tratado su expulsión de cara al público: «Soy consciente de que el programa ha intentado hacer un montaje que no generase polémica, pero me pareció muy feo que justo editaran tanto a su favor ese final. Yo dije hasta en dos ocasiones esa frase sobre respetarme a mí mismo. Que eso lo editasen me parece muy sesgado. (…) El que más y el que menos sabe cómo funciona el formato, así que no quiero victimizarme. El asunto es que no se correspondía con lo que se me había explicado previamente, así que me sentí un tanto tangado a nivel personal».
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