El protagonista del presunto crimen se convirtió, de la noche a la mañana, en una de las personas más perseguidas de nuestro país, pese a que antes del revuelo era un personaje anónimo pese a que sus padres sean dos reconocidos actores españoles. Rodolfo Sancho estuvo hace unos días en EsRadio presentando su nuevo proyecto cinematográfico y no quiso desaprovechar la oportunidad para expresar sus sentimientos, apenas unas semanas antes de conocer la resolución que podría acarrar la pena de muerte para su hijo.
«Estoy bien, estable. (…) No estoy amargado, no estoy depresivo», afirmaba el actor al principio de la entrevista, quien aprovechó también para confirmar el lema por el que lleva viviendo los últimos meses: «luchando en la vida».
Además, ha compartido su opinión sobre las dificultades de la vida de cualquier persona, en referencia a la pena que su hijo podría recibir el próximo 29 de agosto, día en el que se hará pública la resolución judicial: «Todo pueden ser desgracias o retos. Soy de los que prefiere ver la vida como un reto y un aprendizaje y tirar para adelante». Su futuro está en manos de la justicia, y si no hubo premeditación, que es el escenario que tanto Daniel como su equipo de abogados defienden, sería condenado a cadena perpetua, por lo que en unos años podría ser trasladado a España. En el otro lado de la balanza, si todo el equipo judicial coincide en que el asesinato fue premeditado, el hijo del actor podría estar abocado a un futuro más preocupante e incierto.
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