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Sara Carbonero hace una profunda reflexión en redes mostrando su lado más natural

Habla del pelo como 'metáfora del proceso'

Aunque Sara Carbonero no suele hablar de su vida personal frente a las cámaras, en sus redes si es habitual que haga profundas reflexiones sobre su vida personal y la vida en general. Un espacio donde se siente libre para hablar de sus hijos, de su vida personal y profesional y de sus aficiones y donde recientemente ha compartido una reflexión de lo más profunda a través de una metáfora con su pelo.

Junto a una imagen suya sin maquillaje y con el pelo más corto, la periodista ha escrito: «Modo: Creciente. Liviano. Transparente. Ojeras de virus y noche movidita. No maquillaje, no nada. No tintes químicos. Lo más importante por aquí en casa, no «pelo fake (falso)» (como dicen mis hijos), después de muchos años…«.

Añadía que como le dijo una vez una psicóloga, «el pelo es una metáfora del proceso» y terminaba con una reflexión sobre los miedos y citando una frase de uno de los cantantes que admira, Manolo García: «Los miedos se vencen abrazándolos, digo yo. Aligerar y seguir. Pequeños grandes pasos. Como dice Manolo García, somos levedad».

Sara Carbonero, etapa feliz junto a sus niños y Nacho Taboada

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Y es que Sara  tiene claro, como resaltaba en la celebración de su cuarenta cumpleaños que, ‘hay que celebrar la vida porque nos está enseñando continuamente que no hay que dar nada por hecho ni por sentado’. Entonces además hablaba del milagro que es despertarse cada día y le decía a su círculo más cercano: «Sé que suena a tópico, pero quiero que os vayáis con eso en la cabeza».

Y es que hace unos días se cumplían cinco años desde que le diagnosticaran un cáncer de ovario tras una revisión rutinaria, algo que le hacía pasar de manera inmediata por el quirófano, entonces escribía: «Si salimos de esta, el mejor consejo que te puedo dar es que corras por tus sueños, ya viste que la vida cambia de un día para otro. Y sé feliz».

La periodista se enfrenta feliz a esta una nueva etapa que define como ‘creciente, liviana y transparente’, que, además de con sus dos hijos, Martín y Lucas, fruto de su relación con Iker Casillas, comparte desde hace dos años con el músico Nacho Taboada.