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El recuerdo y la emoción de José Sacristán en El Hormiguero por las víctimas del 11-M y su análisis de la política actual

El actor estrena estos días 'El coleccionista' en el Teatro de La Abadía de Madrid

Ayer José Sacristán visitaba El Hormiguero para hablar de ‘La colección’ , la obra que estrena este jueves en en Teatro de la Abadía de Madrid junto a la actriz Ana Marzóa. Una conversación en la que actor y presentador hablaron de teatro pero en la que la política estuvo muy presente.

La fecha no era para menos y el actor quiso tener nada más empezar la entrevista un recuerdo para  las víctimas del 11-M, cuyo 20 aniversario era ayer, pero también se refería al gobierno de aquel momento : «La desfachatez del gobierno de turno negando unas evidencias en función de unos intereses políticos…», explicaba en alusión al gobierno de Aznar.

Y continuaba explicando que nunca se había pagado tan cara una fotografía como la de las Azores, entonces aunque el presentador cambiaba de tema de manera radical, la política estuvo presente durante toda la noche.

José Sacristan: «Me parece sencillamente miserable, porque había que estar ahí«

En un momento de la charla Motos era de lo más directo con el intérprete: «Tú eres progresista de toda la vida, ¿qué piensas cuando dicen desde ciertos sectores de la izquierda que la transición fue una chapuza?», le preguntaba. Sacristán contestaba, «Me parece sencillamente miserable, porque había que estar ahí» y continuaba explicando que «había que conocer la relación de fuerzas, quién tenía el tanque, el poder.. en absoluto lo voy a idealizar, pero insisto, había que estar ahí».

Hablaba del que según él, es uno de los graves problemas de la izquierda de este país: «haber caído en una especie de mesianismo», explicó y añadió, «De no pararse en ningún momento a considerar cuál es la fuerza del contrario, pensar que a partir de un pronunciamiento todo el mundo te va a seguir, que todo el mundo va a pensar como tú… el mesianismo de la izquierda es tan peligroso como el de la derecha», aseguraba sin mencionar a nadie en concreto.

Y terminaba con la alusión a un dibujo de El Roto que describe muy bien esa relación de fuerzas: «No armemos jaleo. Las derechas con las derecha y las izquierdas con las izquierdas».