La recomendación de los expertos es lavar las toallas solas, lo primero por una cuestión de higiene, ya que estas como adelantábamos al principio, pueden acumular gérmenes y bacterias, que pueden meterse en las fibras del resto de nuestra ropa.
Pero esta no es la única razón, hay otra que también tiene que ver con los gérmenes, ya que para poder eliminarlos correctamente: «es necesario lavarlas con agua tibia o caliente, lo cual podría no ser adecuado para toda la ropa que fueras a lavar en ese lavado», explican desde El Mueble.
Desde el mismo medio explican que mezclarlas con el resto de la colada puede dañar los tejidos más delicados, «muchas toallas son gruesas y pesan mucho y, con las vueltas dentro de la lavadora durante los lavados, podrían dañar tejidos más delicados como los encajes o la seda», explican y añaden que las de algodón desprenden pelusas que pueden quedarse en el resto de la ropa, además: «las toallas de microfibra atraen la pelusa, que se adhiere a todas las camisetas de algodón y ropa interior».
Una vez que ha quedado claro que no debemos mezclarlas con otra ropa, hablemos de la mejor forma de lavarlas por separado. Lo primero es precisamente separar las blancas de las de color y usar agua caliente para las blancas y tibia para las de colores, bambú y microfibra.