Seguramente si observas tus uñas verás que hay algunas rayas en su superficie en posición vertical u horizontal. En la mayoría de los casos no son síntoma de ninguna dolencia importante pero en otros si conviene prestarles atención porque puede suponer un problema de salud mayor.
Lo normal es que aparezcan por envejecimiento natural pero en otros casos su aparición se debe a alguna afección de la piel. También pueden deberse a alguna enfermedad relacionada con el tiroides, «si un paciente posee hipotiroidismo, es común que sus uñas sean más gruesas y quebradizas de lo habitual. Esto puede llevar a que estas sean más débiles y se desprendan con cierta facilidad», explican desde elconfidencial.com.
Si su trayectoria es vertical pueden estar provocadas por una afección llamada líneas de Beau, una de cuyas causas son los tratamientos de quimioterapia, al provocar que se detenga el crecimiento y desarrollo natural de las uñas.
Además hay un factor genético o hereditario: «Hay personas que tienen una tendencia natural a tener las uñas con líneas verticales y no implica ninguna afección o deficiencia», explican desde cuerpomente.com. Y añaden que también las afecciones por virus, bacterias u hongos, eczemas, síndrome de Raynaud o algunos fármacos, pueden estar en el origen de las mismas.
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