Y es que si lo hacemos en la boca, explica la psicóloga y sexóloga Silvia Sanz, transmitimos un sinfín de emociones, ya que a través de ella, hablamos, nos alimentamos pero también «tiene el poder de trasmitir deseo y amor con un solo gesto. Se tiene en cuenta la sensibilidad de la piel de los labios, la lengua…», explican desde ABC.
Pero, ¿por qué cuándo besamos en la boca cerramos los ojos de manera instintiva?, según la experta es una manera de centrarnos más en lo que estamos sintiendo, ya que si omitimos el sentido de la vista, potenciamos las sensaciones físicas : «nos entregamos a un cierto sentido de intimidad mientras intimamos», explica. Al no tener distracciones visuales, ponemos el foco en las sensaciones físicas, como el tacto, el gusto y el olfato.
La psicóloga explica además que al besar con los ojos cerrados, se activa la corteza visual, «generando imágenes mentales o recuerdos visuales relacionados con la experiencia del beso» y durante el beso, «el sistema límbico también genera respuestas emocionales y produce recuerdos asociados con la experiencia de besar».
También se genera una mayor conexión con la pareja si nos besamos con los ojos cerrados, ya que estamos ampliando «la sensibilidad, la intimidad y el placer del contacto entre los labios».
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