Estas son las razones por la que besamos con los ojos cerrados

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El sábado pasado, 13 de abril, se celebró el día del beso. Besar es, sin duda, una de las mejores formas de demostrar amor o afecto. Entre los beneficios de hacerlo están, además de la sensación de placer y bienestar que se genera por la descarga de endorfinas,

• la disminución del estrés, gracias a la oxitocina y la dopamina, que también liberamos al besar
• el aumento de la autoestima, ya que besar hace que las personas se sientan valoradas, amadas y deseables
• ayuda a conectar de manera más profunda con nuestra pareja

Y es que si lo hacemos en la boca, explica la psicóloga y sexóloga Silvia Sanz, transmitimos un sinfín de emociones, ya que a través de ella, hablamos, nos alimentamos pero también «tiene el poder de trasmitir deseo y amor con un solo gesto. Se tiene en cuenta la sensibilidad de la piel de los labios, la lengua…», explican desde ABC.

Pero, ¿por qué cuándo besamos en la boca cerramos los ojos de manera instintiva?, según la experta es una manera de centrarnos más en lo que estamos sintiendo, ya que si omitimos el sentido de la vista, potenciamos las sensaciones físicas : «nos entregamos a un cierto sentido de intimidad mientras intimamos», explica. Al no tener distracciones visuales, ponemos el foco en las sensaciones físicas, como el tacto, el gusto y el olfato.

Besar con los ojos cerrados, más beneficios

La psicóloga explica además que al besar con los ojos cerrados, se activa la corteza visual, «generando imágenes mentales o recuerdos visuales relacionados con la experiencia del beso» y durante el beso, «el sistema límbico también genera respuestas emocionales y produce recuerdos asociados con la experiencia de besar».

También se genera una mayor conexión con la pareja si nos besamos con los ojos cerrados, ya que estamos ampliando «la sensibilidad, la intimidad y el placer del contacto entre los labios».

No cabe duda de que los  besos son muy importantes  para el ser humano y dependiendo del significado que se les quiera dar, los daremos de una u otra forma, expresando el tipo de afecto y vínculo que sentimos por el otro. Y por si todo ello no fuera suficiente, en cada beso quemamos entre 15 y 30 calorías.