Ahora, con TRAP2016, Maluma parece estar reavivando esa llama del pasado y ha dejado a muchos preguntándose sobre el rumbo que tomará su música en el futuro y si abordará las preocupaciones previas sobre el contenido de sus canciones. Estas canciones presentaban una faceta más oscura y provocativa de Maluma, y es que exploran temas como la infidelidad, las relaciones tóxicas y la sexualidad. Si bien su ritmo pegadizo nos atrajo a muchísimos, las críticas se convirtieron en tema de sobremesa.
Maluma no escribió felices los 4 para que ahora estéis todos a favor de la monogamia
— Miedo y Asco en Compostela (@soy_conceptual) April 24, 2024
La polémica sobre el machismo en las canciones de Maluma ha sido una discusión recurrente en los últimos años. Muchos argumentan que sus letras refuerzan los estereotipos de género y perpetúan una cultura de desigualdad. Y es que la objetivación de la mujer y los mensajes negativos sobre las relaciones en sus letras se convirtieron en un tema controvertido, del que todos aprendimos. Incluido el artista que supo reconducir sus composiciones. El intérprete se ha convertido en un ejemplo de aprendizaje y de que las cifras no tienen que reducirse por ello.
La decisión de el de Medellín de volver al trap puede interpretarse como un intento de conectar con sus raíces musicales y con el público que lo encumbró a la fama en sus inicios con una mentalidad más adulta. En ocasiones cuando los números no dejan de crecer, el artista pierde el foco de lo que le gusta y se centra en lo que se pone «de moda». El regreso de Maluma con TRAP2016 reabre un capítulo en su carrera y despierta la curiosidad de sus seguidores sobre el rumbo que tomará su música ahora.
«Lo único malo fue que dura poco», «El trap de Maluma siempre fue bueno» o «Este es su mejor momento» son algunos de los comentarios que se pueden leer en la sección de comentarios del videoclip de la canción publicado en su perfil de Youtube.
gracias maluma por revivir el trap
— Joss (@xJoss__) April 19, 2024
La canción que vio la luz hace pocos días, plantea interrogantes sobre su evolución artística y su compromiso con la responsabilidad social en un momento en que la industria musical está cada vez más consciente de la importancia de promover mensajes positivos y empoderados.