Pero ya que nos ponemos originales, hagámoslo con todo. Así que, en lugar de caer en los convencionalismos de los típicos regalos de San Valentín —bombones, peluches o vales canjeables—, aportamos las ideas más peculiares de un ramo de flores. Sí, de flores.
Vale, ya sabemos que las rosas rojas son casi un imprescindible en los 14 de febrero. Pero en nuestra mano está huir un poco de la tradición e imponer nuestra propia ley en un mensaje de amor. No hay que olvidar que las flores tienen su propio lenguaje y significado.
Por ejemplo, las rosas rojas suelen representar la pasión amorosa y el deseo, por lo que son ideales para reflejar el amor. Es un tono cálido, poderoso y sensible que se suele regalar con un ramo de 12 rosas rojas. Pero no son las únicas opciones:
Sí, es una rosa naranja, pero su nombre en floristerías es mucho más impactante. Es una rosa, por lo que no deja de ser especial (y efímera), pero su tono cálido, apastelado y de ese naranja que recuerda a unas mejillas sonrosadas las hacen perfectas para regalar a tu ‘crush’.
Además, tienes el aliciente de que al no ser un potente rojo no se pueden entrever tus intenciones, aunque las ‘Orange crush’ también simbolizan la pasión y, sobre todo, la ilusión.
Sabemos que se sale completamente de lo convencional, pero el morado no solo representa el amor, sino que va más allá. Entregar una flor de este color violáceo se traduce en un mensaje de sensibilidad, agradecimiento, orgullo y deseos de felicidad.
Para un ramo para tu enamorado o enamorada puede servir cualquier tipo de flor que sea morada, pero nosotros hemos elegido los lirios o las azucenas porque son entrañables.
Son flores pomposas, rebosantes y alegres, por lo que su significado estará ligado a su apariencia. Son sinónimo de elegancia, cariño, compromiso, afecto y promesas. Vamos, ideales para un ramo de flores en un antiguo proceso de cortejo.
Las hay en varios colores, por lo que puedes jugar, aún más, con sus simbolismos.
Las rosas lilas también son una excelente opción si lo que quieres es expresar el compromiso más eterno: la vida. Regalar un ramo de estas flores da a entender la confianza y esperanza que depositas en quien las recibe.
Eso sí, a lo mejor te cuesta un poquito más, ya que son una de las variedades de rosas más ‘nuevas’ que existen actualmente.
Esta está en el último lugar porque lo cierto es que sí son más populares que las anteriores, aunque normalmente con otra intencionalidad. De forma habitual, la gente regala rosas amarillas a amigos, pero solo a amigos. O son más tradicionales en hospitales, por la viveza de su color.
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