Ursula Corberó es una de las actrices del momento, no cabe duda. Gracias a su tesón y a su trabajo ha conseguido convertirse en una de las intérpretes más reconocidas de nuestro país. Hace unos días recogía un premio Ondas por su interpretación en ‘El cuerpo en llamas‘ en el papel de Rosa Peral. Un premio que se dedicó a si misma pero también a su familia que para ella son un pilar fundamental. Hoy hacemos un repaso por la vida de dos de las mujeres más importantes de su familia, su madre y su hermana y la profesión de esta última, la de tanatopractor.
Y es que su hermana Mónica Delgado, nació cuando su madre tenía tan solo 17 años, algo de lo que en alguna ocasión ha hablado la actriz: «Mi madre se quedó embarazada de mi hermana con 17 años. Cuando le empezó a asomar la barriguita pasó a ser la peste del barrio, se quedó sin amigas y aun siendo una estudiante brillante la echaron del colegio porque era un mal ejemplo para las demás niñas», explicaba en una ocasión en sus redes sociales.
Y es que su madre siempre la apoyó para que consiguiera su sueño de dedicarse a la interpretación, acompañándola a los casting, aunque eso supusiera coger tres medios de trasporte desde el pueblo dónde vivían, a 62 km de Barcelona.
Pero además de a su madre, Corberó admira mucho a su hermana Mónica, de la que en alguna ocasión ha resaltado la fortaleza con la que ha enfrentado algunos momentos complicados.
Una admiración que también plasmaba la actriz en su Instagram, donde escribiá, «Ha trabajado sin parar toda su vida, pasando por momentos muy críticos con un hijo al que alimentar. Desesperada por conseguir un empleo, reunió dinero de donde pudo y se formó para ser tanatopractora. Pero resulta que en la profesión las mujeres no estaban bien vistas y le ponían pegas para todo. Nunca le dieron trabajo», explicaba.
El trabajo de tanatopractor consiste en «preparar a las personas fallecidas para su traslado y exposición en el velatorio». Se encargan de limpiar y desinfectar el cuerpo, aplicando productos para su conservación y vistiéndole según le indique la familia.
Pueden desarrollar su trabajo en «el sector sanitario y médico forense, concretamente en centros médicos, funerarias, bancos de tejidos y donaciones de órganos, centros anatómico-forenses, domicilios, residencias, centros geriátricos o centros de investigación», explican desde la web de estudios Educaweb.