Tenemos que remontarnos a la década de los 90 y situarnos en un punto geográfico concreto: Puerto Rico. Aunque los orígenes del reguetón se asocian a esta isla, lo cierto es que, como ha ocurrido en numerosas ocasiones en la historia de la música, este género es la consecuencia de la mezcla de otros estilos. En este caso tuvieron mucho que ver el reggae procedente de Panamá, el hip hop estadounidense y el dembow jamaicano.
A lo largo de los años el género se ha ido transformando y poco queda de ese sonido de origen que mezclaba beats de reggae con ritmos del rap y letras explícitas sobre drogas, violencia amor y sexo. Un tipo de música que comenzó a calar entre los más jóvenes que poblaban los barrios marginales de Puerto Rico y que el resto de la industria o la población miraba con desdén. Tanto es así que hasta las grandes esferas comenzaron a prohibir la venta y distribución de este tipo de música.
En este punto cabe preguntarse, ¿cómo un género tan menospreciado pasó de escucharse de forma clandestina a ser uno de los estilos musicales más potentes a nivel mundial?
En la primera mitad de la década de los 90 ya empezaban a sonar nombres como Daddy Yankee o Vico C asociados al reguetón. Tanto es así que Yankee no solo es considerado uno de los mayores exponentes del género, sino que a él también se le atribuye el origen del término después de que lo mencionara en la canción Playero 36. Antes de eso al género se le conocía como ‘underground’.
Estos artistas comenzaban a hacerse un hueco en la música, a pesar de todos los impedimentos (recordemos que era perseguida por las autoridades). Poco a poco ese éxito en la clandestinidad fue colándose todas las rendijas habidas y por haber, llegando a conseguir gran popularidad a finales de los 90 con el ritmo característico del dembow. Lo hacía con una imagen identitaria muy característica y propia de sus orígenes urbanos que recordaba también mucho al rap.
Ahora bien, con Internet aún por desarrollar todo su potencial, ¿cómo llegó este tipo de música a nuestro país? Este auge coincide con los años en los que una gran oleada de inmigrantes llegados del otro lado del charco comenzaban a asentarse en España, trayendo consigo su cultura y mezclándola con la nuestra. Gente de República Dominicana, Ecuador, Colombia o Venezuela, entre otros países, llegaban a Europa en busca de nuevas oportunidades, siendo España una de las opciones preferidas para vivir por el idioma en común.
Estas familias que se asentaron en lugares como las Islas Canarias, Madrid, Barcelona o diversos puntos de Andalucía estaban llenas de jóvenes que traían consigo sus gustos y preferencias musicales. De este modo en las discotecas que frecuentaban los jóvenes latinos comenzaron a sonar este tipo de canciones que no resultaron indiferentes para los jóvenes españoles, menos aún cuando Estados Unidos también comenzaba a abrazar este género y a sus artistas.
El reguetón influyó en la música que llegaría después. De hecho, en nuestro país algunos artistas nacionales comenzaban a sumarse a este estilo musical. Es el caso de K-Narias, el dúo que consiguió gran éxito con temas como No te vistas que no vas o Salsa con reggaetón. Precisamente mezclar el género con otros estilos fue lo que pudimos ver a lo largo de los años siguientes. La evolución del reguetón pasó por mezclar estos sonidos con un sonido más romántico y cercano al pop, donde destacaron nombres como Ángel & Khriz, Tito el Bambino o Dyland & Lenny.
Actualmente tenemos en nuestra música numerosos artistas cuya música está influenciada de ese reguetón. En sus canciones podemos apreciar esos sonidos característicos de la música urbana mezclados con el pop más convencional. Es el caso de Maluma, Sebastián Yatra, Enrique Iglesias, Cali y El Dandee o el mismísimo Luis Fonsi.
Desde el boom del reguetón hace más de 20 años muchos llevan augurando su próximo final. No obstante, el género y sus protagonistas han sabido cómo reinventarlo manteniendo su esencia, y eso es algo que no se puede negar.
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