La princesa Leonor podría haber cometido una infracción al volante sancionada con 100 euros

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Las Olimpiadas de París, en las que el rey se encuentra actualmente, han impedido que se vea a la familia real completa en Mallorca, una tradición de otros veranos. No obstante, estas vacaciones en las Baleares de 2024 nos han dejado una imagen significativa. Mientras el monarca estaba ausente, Leonor, la infanta Sofía, la reina Letizia y la emérita, Sofía, decidieron hacer un plan en conjunto y pasear por la Plaza Mayor de Palma.

Lo más llamativo ocurrió durante su desplazamiento desde Marivent al centro de Palma, ya que viajaban en un coche conducido por Leonor, proporcionando la primera imagen pública de la heredera al volante. Sin embargo, la imagen muestra que falta un distintivo que todos los conductores novatos deben llevar, lo que podría conllevar una multa para la hija mayor de los reyes.

Leonor circuló por las calles de Palma de Mallorca sin la característica ‘L’ sobre fondo verde, obligatoria para los conductores novatos durante su primer año con licencia. Esta placa debe estar en un lugar visible en la parte trasera del vehículo. Dado que la princesa de Asturias obtuvo su permiso de conducir en la Academia Militar de Zaragoza, aún debería llevar este distintivo.

De estar infringiendo la normativa, Leonor podría enfrentar una sanción de entre 100 y 200 euros, según la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Sin embargo, cabe la posibilidad de que no esté infringiendo ninguna regla. La normativa establece una excepción para aquellos que ya tienen un año de experiencia con el carnet A1, que permite conducir motos de hasta 125 cc sin sidecar y se puede obtener a partir de los 16 años. En estos casos, cuando obtienen el permiso de categoría B para coches, ya no son considerados conductores novatos y no necesitan llevar la ‘L’, según la Dirección General de Tráfico.

El regalo de Felice VI a Leonor

En cuanto al coche que conducía Leonor, un Seat Ateca, es el mismo modelo que la familia real usa habitualmente tanto en Madrid como en Mallorca, y fue manejado bajo la supervisión de escoltas. Aunque este es el vehículo familiar, la princesa también posee un coche propio. En marzo pasado, su padre le regaló un Seat Ibiza SXI marrón, un automóvil con gran valor sentimental para el monarca, ya que lo utilizaba en el Palacio de la Zarzuela. Aún no se ha visto a la heredera conduciendo este vehículo.