Y es que a pesar de las pocas horas de luz con las que cuentan al día y de las bajas temperaturas, según la encuesta World Happiness Report, los países escandinavos llevan años a la cabeza de los lugares más felices del mundo.
«Aceptar y abrazar el invierno tal y como es sin frustrarse por querer más horas de sol y un clima más cálido«, en esto consiste en practicar el Koselig, pero no solo en eso, » más allá del frío, pretende que nos centremos en vivir el momento presente…. que disfrutemos del placer de compartir un espacio cómodo y acogedor con nuestros seres queridos, celebrando el invierno, en lugar de ansiar la llegada de la primavera o el verano», explican desde El Confidencial.
Desde el mismo medio aluden a la revista estadounidense ‘Reader’s Digest‘, desde la que dan un par de pautas para ponerlo en práctica y conseguir así la felicidad o al menos reducir el nivel de estrés.
La primera de ellas es no quejarse del clima, especialmente en invierno, algo que hacen a conciencia en los países escandinavos, no quejarse del frío, «una pequeña diferencia cultural que puede tener un gran impacto en la mentalidad de uno», explican.
La segunda es evitar compararnos con los demás, «Es difícil no tener envidia de los maravillosos planes y viajes que muestran los demás en redes sociales», explican y añaden «En lugar de estar sentado viendo lo que publican los demás, sal y disfruta de actividades en el exterior para seguir activo», algo que practican los noruegos a diario, seguir disfrutando de planes fuera de casa haga la temperatura que haga.
En el caso de que decidamos disfrutar de los nuestros en casa, también hay una forma de conseguir un entorno Koselig mediante la decoración, explican dede El Mueble, desde donde dan algunos tips al respecto: