Paola López denuncia a Suso Olivares, exconcursante de ‘La isla de las tentaciones’, por maltrato físico y psicológico
La modelo ha relatado la escalofriante historia vivida con su expareja
Ha sido precisamente este hecho el que ha impulsado a Paola a relatar los escalofriantes hechos que ella ha sufrido con él. De hecho, estas acusaciones iban acompañadas junto con un vídeo en el que ella aparece llorando mientras confiesa el horror que ha sufrito física y psicológicamente. «He percibido el miedo, y que mi vida y la de mi bebé estaban en manos de otra persona», decía Paola en la publicación.
La que fue Miss Universo en 2018 tuvo una relación con Suso Olivares que ha durado tan solo dos años a causa del maltrato, infidelidades y coacciones sufridas a lo largo de este periodo. Suso reconoció lo ocurrido y aceptó los cargos que se le imputaban.
La horrosa historia que vivió Paola López en su relación con Suso Olivares
«Desde abril de 2023 la relación empezó a deteriorarse. Sufrí coacciones, pero lo llevé en silencio. A pesar de que se me había faltado el respeto anteriormente estando con otras mujeres durante mi relación, algo de lo que muchos de ustedes son conscientes y otros han tenido el valor suficiente para mostrarme la realidad. Pero ¿saben qué? Esto para mí es insignificante. Resulta revelador para descubrir cómo era en realidad», explicaba la modelo.
Tan solo unos meses más tarde, en julio de 2023, Paola protagonizaba uno de los peores episodios que se pueden vivir justo después de retomar la relación pensando que todo cambiaría: «Mi pareja me agarró del cuello y me tiró a la cama, tratando de asfixiarme con un paño, al no ser la primera vez que me enfrentaba a estos actos de violencia, decidí grabarlo todo para tener pruebas en caso de que alguna vez pudiese hablar al respecto. Era tan ilusa..», cuenta ahora.
Sus vecinos le salvaron la vida
Unos meses más tarde, en noviembre, sus vecinos le salvaron la vida, ya que siendo testigos durante mucho tiempo de lo ocurrido le impulsaron a dar el paso y plantarle cara. «Ese día perdió el control y destrozó la cuna del niño, algo muy común en nuestras discusiones. Me agredió estando con el bebé en brazos. Solo pedí que no me tocara ni me gritara. Después de salir de la casa me siguió hasta la calle y me impidió que me marchara. Se reía mientras mi hijo lloraba y le gritaba que ‘su mamá estaba loca'».
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