Por si alguna vez te lo has preguntado, la palabra ‘tatuaje’ procede del siglo XVIII y fue un término que acuñó por primera vez el explorador James Cook cuando, en pleno viaje por Tahití y la Polinesia, descubrió atónito que se practicaba este diseño en la piel de forma totalmente normal. En uno de sus diarios, el capitán habló del «tatau» («marcar» o «golpear» en tahitiano) y lo tradujo al inglés como ‘tattoo’. Eso fue en 1769, pero no era la primera vez que estas pinturas aparecían en la piel de los humanos.
En 1991, unos excursionistas alemanes hicieron un hallazgo insólito en los Alpes y dieron, nada menos, que con la momia más antigua en toda Europa: Ötzi. También conocido como ‘el Hombre de Hielo’, se cree que este hombre vivía en la región montañosa de Tirol hará unos 5.200 años. Cuando los arqueólogos analizaron el cuerpo de la momia descubrieron en él unos extraños dibujos en diferentes partes de su cuerpo.
En total, los expertos encontraron 61 pinturas, que hoy calificamos como tatuajes, claro. Lo más curioso es que Ötzi tenía dibujos (nada artísticos) en zonas como la rodilla o los tobillos y se percataron de que habían sido incrustados perforando la piel y echando polvo de carbón, lo que les llevó a pensar que alguien le tatuó estas zonas de dolor para aliviarle algún tipo de malestar.
Otros diseños, más rebuscados y trabajados, los encontraron en el pecho de el Hombre de Hielo, por lo que consideraron que estos habían sido dibujados con un fin religioso. Pero él no fue el único hombre del Neolítico al que encontraron con tatuajes. Ya entonces, estas pinturas se realizaban para rituales o como símbolos de lucha o caza.
Otro de los orígenes, algo más recientes, que encontramos en la historia de los tatuajes se sitúa en la Polinesia, allí donde los descubrió James Cook. Allí, desde hace más de 3.000 años se usan estos diseños como «forma de identificación o de rango social», como recoge un artículo de National Geographic.
«El tatuaje se realizaba a menudo en desafío a las potencias coloniales, por lo que fue una de las primeras cosas que los hombres blancos trataron de suprimir», señala Tricia Allen, tatuadora afincada en Oahu (Hawái, Estados Unidos).
Ahora nos vamos al antiguo Egipto, concretamente entre 3351 y 3017 a.C. Fue en aquellos años cuando se cree que murió Amunet, una sacerdotisa egipcia cuyo cuerpo fue encontrado en 2016 y resultó ser todo un descubrimiento para los arqueólogos, ya que era la primera momia en la que veían tatuajes más trabajados y artísticos. Antes de ella, únicamente habían hallado líneas y puntos en algunas momias.
Mientras que Amunet o Amonet tenía en su piel representaciones de vacas, simios y flores de loto en diferentes partes de su cuerpo. Los expertos consideran que solo las mujeres de la época predinástica de Egipcio (entre el 4000 y el 3100 a.C.) tenían tatuajes.
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