Pero evitar los robos no es la única razón por la que no debemos dejar determinados objetos en el coche. Sobre todo algunos muy concretos. Y es que hay algunas cosas que aunque por si solas no entrañan ningún tipo de peligro, bajo determinadas circunstancias que tienen que ver sobre todo con la temperatura, sí lo tienen, ya que absorben el calor del interior del coche.
Es el caso de:
La mayoría de estos objetos están fabricados con materiales inflamables, por lo que si están expuestos a mucho calor directo, pueden explotar y causar un grave accidente. Además, el calor puede provocar cambios de forma y tamaño en los materiales al estar sometidos al calor: «Cuando un cuerpo se calienta, aumenta su temperatura y el material que lo compone se dilata siendo capaz de arruinar el objeto«, explican desde El Motor.
Por ejemplo en el caso de los medicamentos, si están expuestos a temperaturas extremas el principio activo se puede descomponer y la medicina perder su eficacia. También es frecuente llevar una botella del agua en el coche, pero cuidado, porque el calor extremo, además de derretir el plástico del envase, puede provocar un efecto lupa y provocar un incendio.
Cuidado también con llevar cerveza o vino, «los rayos del sol descomponen los ácidos en la cerveza, y los compuestos que resultan se unen a las proteínas de sulfuro, dándole un sabor amargo. Por su parte, el vino, puede acabar con un sabor ácido y astringente», explican desde el mismo medio.
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