Forma parte del segundo álbum de estudio del alcazareño, ‘Entre las dudas y el azar’, que se publicó a principios de 2022, junto a otros grandes éxitos del artista como ‘Clima tropical’ o ‘Plan fatal’. Además, es la protagonista de uno de los momentos más especiales de los conciertos de Dani Fernández, ya que es uno de los temas favoritos de sus seguidores.
«Frío, que me congela los huesos y escribo sobre momentos perfectos que nunca recuerdo si existieron en realidad. Miro, busco en la calle si queda un testigo que me alimente el delirio y me cuente que le suena verte bebiendo en un bar. Y me congela los huesos».
Este título dio nombre tanto al cuarto álbum de la artista como a una de sus canciones, en la que la cantante trata la temperatura desde otra perspectiva, para reflejar el sentimiento que una persona experimenta tras un vacío amoroso, y lo hace también referenciando al pasillo de los supermercados en los que se puede encontrar el hielo o los helados.
«De repente algo llama tu atención entre los congelados, rodeado de consumidores que luchen para mirarlo, excitado eres el primero en llegar para comprarlo en envoltorio de plástico rosa, brillante, atractivo y helado. Corazón congelado, colorantes, estabilizantes y azúcar, sal y vinagre. Corazón congelado, colorantes, estabilizantes y azúcar, sal y vinagre. ¿De qué está hecho el corazón de una mujer?».
Sin lugar a dudas, es uno de los temas más exitosos de la carrera del madrileño, y uno de los que no pueden faltar en ninguno de sus conciertos. Con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los himnos de nuestra música y no hay persona que no haya escuchado esta canción en algún momento de su vida.
Es uno de los primeros sencillos que el artista publicó antes de lanzar su proyecto discográfico ‘Prisma’, con el que consiguió posicionarse entre la lista de los álbumes más vendidos del país y hacerse con doble disco de platino. En ella, habla de la importancia de valorarse a uno mismo, priorizándonos por encima del resto de personas cuando la ocasión lo merezca, ya que de no hacerlo, podríamos estar cometiendo un fallo muy grave que acarrearía graves consecuencias.
«Cambiar mi bienestar para que tú si estés bien es como tirar agua al vacío muriendo de sed, el primer fallo que tuve es morirme de frío y ser el primer abrigo de todos menos el mío, y me puedo equivocar una vez, la segunda que si fallé. Será culpa mía, no de que el error me pague, no existe un camino que te cambie si tú sabes que eres tú quien cambia lo que vales».
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